La última locura del ‘Kitu’ Díaz que humaniza al fútbol

Damián Díaz festeja su gol olímpico, el 7 de abril. Foto: @Sudamericana

La magia del fútbol está en esos pequeñitos detalles que todavía nadie puede controlar ni predecir. Por más avances científicos que existan en la preparación física; por más análisis en 3-D de los cotejos del rival; por más data que el departamento de estadística de un club almacene, procese e interprete, el fútbol aún es humano. Aún pasan – y qué bueno que así sea- cosas como el gol olímpico de Damián Díaz, a ras de piso y anotado luego de haber fallado un penalti y un mano a mano.

Probablemente el arquero de Montevideo Wanderers, el espigado Ignacio de Arruabarrena, sí fue advertido por el cuerpo técnico de que el ‘Kuti’ intentaría un penalti a lo Panenka. Ahí, por supuesto, radica el valor de la data y del archivo. Y, en efecto, Díaz picó la pelota y fracasó.

¡Pero qué revancha! Poco después, el 10 de Barcelona SC tomó la pelota para un tiro de esquina y se fijó en que el arquero estaba salido y ordenando a sus jugadores. Tampoco había un hombre custodiando el primer poste. Y ahí entra la inteligencia (la ‘picardía’ le dicen, pero no es eso, hay agilidad mental aquí y decisiones producto de la experiencia) para animarse a intentar el gol olímpico.

Claro, hay talento también. Díaz ha demostrado su absoluto dominio del disparo (ya marcó un gol parecido para Universidad Católica de Chile en el 2009) y aquí le pegó a tres dedos, para que la pelota se abra un poquito para luego curvar hacia la portería. Y hay osadía, pues el lanzamiento tuvo la intención de que la pelota corriera a ras de piso y no por aire, como suelen ser los goles olímpicos.

La celebración fue otra joya, con el jugador despidiéndose de la gente como si dijera: es hora de apagar la luz, ya no verán nada mejor.

La cronología del cotejo también ayuda a que este gol, esta obra de arte del fútbol, también esté cargada de emotividad, pues no era lo mismo marcar este tanto y después fallar el penalti. Si ese hubiera sido el caso, el ‘Kitu’ hubiera quedado como un presuntuoso. En el fútbol, al contrario de la aritmética, el orden de los factores sí altera la percepción. Y la percepción es que Díaz ha logrado reivindicarse en la cancha como solo pasa en los filmes de Hollywood  y de paso ha agrandado más su leyenda en Barcelona, algo matizada por el bajón de los años y el natural declive físico.

Aquí, un detalle. El entrenador Jorge Célico está logrando que Díaz juegue mejor porque, al apostar más por los costados, el 10 está liberado  para hacer lo que mejor sabe: pensar y decidir. Por eso, BSC es el gran favorito al título de la Serie A. Y ahí está el ‘Kitu’, haciendo locuras que humanizan al fútbol.

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