Estas son las calificaciones que merecen los jugadores de la Selección nacional de Ecuador tras su triunfo por 1-0 sobre Cabo Verde en el Drive Pink Stadium, en Fort Lauderdale, Florida. Este cotejo fue parte de la preparación de la Tricolor de cara al Mundial de Catar 2022.

–Alexander Domínguez, sin nota
Qué difícil ponerle nota a alguien que fue un espectador más.

–Byron Castillo, 3/10
Con más bajos que altos, perdió algunos balones y no fue ni incisivo ni determinante. Por ahí acarreó un par de pelotas de ataque, pero sorprendió su escaso aporte.

–Jackson Porozo, 5/10
Algo nervioso al inicio, sobre todo en el retroceso de la pelota. No hizo una buena dupla con Hincapié en general, en parte por la inesperada presión alta de Cabo Verde, en parte porque estaba consciente de que, de todos los que estaban en la cancha, es el que menos opción tiene de ir a Catar. Con el tiempo, lució más sereno pero, de los candidatos a ser el colega de Hincapié en el Mundial, es el menos calificado.

-Piero Hincapié, 3/10
Falló mucho más de lo habitual. Metió un codazo al inicio del primer tiempo que debió ser tarjeta roja, sin atenuante alguno. Perdió varios duelos que, si hubieran sido ante rivales de mayor entidad, hubieran sido catastróficos. Mejor en el segundo tiempo, pero fue porque Cabo Verde prefirió el repliegue.

–Pervis Estupiñán, 4/10
Fue otra de las turbinas, pero no estaba concentrado. Estorbó a Ibarra en esa jugada del taquito de Plata. Sus centros siguen siendo una oda a la imprecisión.

–Moisés Caicedo, 5/10
Es un deleite verle jugar, pero desperdició todo el primer tiempo intentando asociarse con Mena, que estaba cinco segundos más atrás de lo que se requería. En el segundo halló mejores socios, pero el camino al gol siguió siendo un empedrado.

–Carlos Gruezo, 5/10
Menos claro que en otras ocasiones, en el primer tiempo no logró juntarse con los ofensivos. Estuvo firme en la contención.

–Ángel Mena, 4/10
Empezó al centro pero debió recostarse a la derecha debido a que los africanos le tenían cerradas las vías de acceso. Salvo un par de jugadas, como ese buen pase a Jordy Caicedo y eso otro a Plata, fue anulado y el entrenador prefirió que no regrese para el segundo tiempo: era claro que, por velocidad, le costaba un mundo acarrear la pelota.

–Jeremy Sarmiento, 6/10
Tuvo un destacado primer tiempo, mostrando confianza, encarando sin miedo, triunfando en los duelos 1×1. Fue blanco de muchas faltas cuando los rivales no sabían cómo frenar su repertorio de regates y fintas. Lo malo es que tanta floritura no tuvo mayor peso en los pases finales y, en el balance general, lució más liviano de lo recomendable. No regresó para el segundo tiempo.

–Gonzalo Plata, 6/10
El más llamativo por su velocidad (tiene tres pulmones ese caballero) y la cantidad de espacio que conseguía con sus movimientos. Posee un amplio repertorio de tacos, dribles y regates que parecen no terminarse. No aprovechó una preciosa oportunidad de anotar. Se fue golpeado y nos puso a rezar.

–Jordy Caicedo, 5/10
Nueva víctima de la poca profundidad general de Ecuador, que apenas juega para el 9. Impecable en el cobro del penalti. Le rompieron el labio al no dar por perdido un balón. Al minuto 60, se fue para dar paso a Leonardo Campana.

-Enner Valencia, 5/10
Entró para ser el conector, casi el 10 que se necesitaba para generar pases sorpresivos y ayudó a elevar el juego del equipo. Pero, otra vez, la vehemencia le jugó en contra. A ratos, los africanos recurrían a las manos para frenarlo. En otras, él se frenaba solito: si le daba esa bola a Campana, quizás Plata no se hubiera lesionado.

Los demás, sin nota. Hay que reseñar los buenos momentos de Romario Ibarra, que entró al 46 y se fue muy rápido, por lesión. Pero, lo poco que estuvo, quedó claro que es la opción como extremo.

–DT Gustavo Alfaro, 4/10
Horrible primer tiempo, con un esquema 4-2-3-1 absolutamente inútil. Solo el poco oficio de un defensa rival permitió el penalti que salvó esta presentación, gris en su primera parte y algo más colorida en la segunda. Quizás los hombres elegidos eran muy livianos para sacar adelante esta idea táctica. Para el segundo tiempo, con el regreso al siempre confiable 4-4-2 y con Enner y Romario en cancha, el equipo mejoró mucho y generó tres opciones de gol, pero no más. En general, no fue un partido para disfrutarlo, sino para bostezarlo.