Mundial, día 3: Messi falla en el inicio de su último gran baile

El mundo del fútbol (y el mundo, a secas) sigue en shock. Se fue el tercer día del Mundial de Qatar 2022 y todos no han parado de hablar de Arabia Saudita, que sorprendió con su triunfo por 2-1 sobre Argentina.

Este resultado ha entrado en el top ten de las grandes sorpresas de todos los tiempos. Sí, a la altura de la de Corea del Norte sobre Italia (1966) o la de Estados Unidos sobre Inglaterra (1950). David contra Goliat, pero con balón.

Los pergaminos han sido destrozados. La albiceleste es el campeón de la Conmebol. El equipo del DT Lionel Scaloni, apodado como ‘La Scaloneta’, acumulaba 26 cotejos sin perder. ¡Tres años sin saborear la derrota! El plantel está entre los más costosos del Mundial. Y tiene a Lionel Messi como estrella y sobre todo como líder, luego de varios años de haber sido acusado de no responder de la misma manera en la Selección que en el FC Barcelona.

Y eso justamente sustentaba el favoritismo, lo estupendo que era que por fin Messi hubiera aprendido a soportar la enorme presión de llevar el 10 de Diego Maradona y convertirse en el conductor de Argentina. Y ocurría justo a tiempo para acudir a lo que será su último Mundial, es decir, el último baile, la oportunidad final de ser campeón de la Copa que levantó Diego.

Pero todo salió mal en la primera pieza con los sauditas, que optaron por adelantar sus líneas defensivas para comprimir a los argentinos y obligarlos a atacar con pases filtrados. Era una idea osada, pues se apostaba al off-side pese a que los sudamericanos son excelentes pasadores, muy veloces y técnicos. Pero el VAR , que ahora detecta el fuera de juego milimétricamente, ayudó a que la estrategia del DT Hervé Renard saliera airosa.

Pero no fue solo eso. Renard es un trotamundos francés que ha tenido varios éxitos en el África. Fue campeón de ese continente con Zambia y con Costa de Marfil. Llevó a Marruecos al Mundial del 2018 en Rusia, donde perdió dos partidos por la mínima diferencia y empató con España. Ahora está en Arabia Saudita y ha logrado este enorme triunfo que, por supuesto, ni garantiza la clasificación de su equipo ni elimina a Argentina, pero del que se hablará por décadas. Quizás hasta tenga su documental en Netflix.

También tiene que ver el hecho de que 9 de los 11 titulares sauditas juegan en el mismo equipo, el Al Hilal, entrenado por el argentino (miren la ironía) Ramón Díaz, uno de los pocos que advirtió sobre el potencia de esta Arabia Saudí que, en los papeles, es muchos menos potente que Qatar e Irán, vapuleados hace pocos días.

Mientras tanto, la sombra del infortunio volvió a posarse sobre Messi, quien está fatalmente destinado a demostrar que es el mejor pese todo lo que ya ha ganado. Otra vez, resurgen las dudas y las comparaciones con Diego, odiosas pero, ya sabemos, inevitables. Se verá si logra reponerse para enderezar este último baile, que comenzó desafinado. Y, como chiste rápido, debe ser enervante que los hinchas sauditas festejen este triunfazo imitando la celebración de Cristiano Ronaldo, el máximo rival de Messi en esta década.

Argentina, en todo caso, tiene esperanzas. Los otros rivales del grupo C, Polonia y México, empataron 0-0 sin mostrar un buen juego. Lo más emotivo, lo único en realidad, corrió por cuenta de Guillermo Ochoa, el gran arquero mexicano que le atajó un penalti a Robert Lewandowski, en el minuto 58.

Los mexicanos lo festejaron como un triunfo:

Aunque más festejaron, si cabe, los desconsolados argentinos, pues esta división de puntos les ayuda a tener más opciones de clasificación.

Y la jornada acabó con Francia, el campeón defensor, exhibiendo todos sus recursos técnicos para batir por 4-1 a Australia. Los franceses perdieron a Karim Benzemá por lesión antes del debut, pero no importa porque el repertorio galo es amplio y, seamos sinceros, nadie quiere al artillero del Real Madrid en el camerino.

Así, con viento fresco, Francia inicia la defensa de su título con altas probabilidades de romper la maldición del campeón que desde 2010 se marcha eliminado en primera ronda. No, mesdames et messieurs, eso no pasará con la Francia de Kylian Mbappé y Olivier Giroud.

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