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Se fue el noveno día del Mundial y dos de los sudamericanos campeones mundiales tuvieron sensaciones distintas. Brasil bregó mucho, quizás más de lo esperado, pero se impuso por 1-0 a Suiza y avanzó a octavos de final. Uruguay, en cambio, bordea la eliminación.
El gol brasileño fue obra de Casemiro a diez minutos del final, un disparo de primera cuando los bulliciosos hinchas de la canarinha ya comenzaban a ver el reloj con ansias. El equipo del DT Tite no traducía en goles su aplastante dominio y todos extrañaban a Neymar, ausente por lesión. En todo caso, las exfiguras brasileñas invitadas al palco festejaron este resultado.
Neymar, delantero del Paris Saint-Germain, trabaja a contrarreloj para recuperarse de la lesión de los ligamentos de su tobillo derecho que sufrió en la victoria por 2-0 ante Serbia, en el primer partido de la fase de grupos, y la meta es ponerlo a jugar en el cruce de octavos de final. No asistió al partido con Suiza ni siquiera en calidad de espectador.
Brasil cerrará la llave con Camerún, que protagonizó un partido altamente electrizante con Serbia que acabó 3-3. Los balcánicos estaban arriba por 3-1, pero los africanos del DT Rigobert Song lograron la igualdad gracias a que entró el suplente Vincent Aboubakar, quien desbarató las trampas del off-side de los serbios y hasta el VAR tuvo que rendirse, primero a su gol y luego a su desborde y pase para el tercer tanto.
Camerún, pese a este heroico cotejo, ha sido una colecciones de notas pintorescas. En el debut, perdieron por un gol del suizo Embolo, un camerunés que emigró a Europa a los 5 años y, según alega su madre, jamás recibió apoyo oportuno de la Federación de su terruño. Y ahora, el arquero suplente Devis Epassy debió tapar tras la exclusión del titular, André Onana, quien se negó a acatar las órdenes del DT Song sobre ser más conservador en el área y prefirió hacer maletas e irse de Qatar. Qué sensible!
Brasil, con 6 unidades, jugará con este explosivo Camerún, que tiene 1 punto, en la fecha final del grupo G. Serbia, que también tiene un punto, se las verá con Suiza, que suma 3.
En el grupo H, Portugal se clasificó a octavos de final tras vencer con merecimiento a Uruguay, por 2-0. En el cuadro luso, fue evidente que Cristiano Ronaldo ya no es tan importante en el esquema general. Aún tiene su peso específico, pero las tareas en el equipo del DT Fernando Manuel Costa Santos están mucho mejor repartidas.
Incluso fue gracioso que CR7 festejara un gol como si él lo hubiera anotado, cuando en realidad el autor fue Bruno Fernandes. Sí, hizo cortina para confundir al arquero, pero su celebración estuvo fuera de onda.

En el cuadro celeste, en cambio, todo es dolor. El equipo del DT Diego Alonso no ha podido anotar en dos partidos y deberá buscar ante Ghana la clasificación. Sí, ante Ghana, que en el 2010 fue eliminada por Uruguay en cuartos de final, en el famoso cotejo de la mano de Luis Suárez y el penalti picado de Sebastián Abreu, quizás el último hito de los charrúas.
Los ghaneses han esperado 12 años por esta revancha y es posible que manden a casa a Uruguay, cuyo entrenador es objeto de las críticas por el cotejo con Portugal, a la que le entregó campo, pelota y estiró distancias hacia la delantera para volverla casi inoperante.
Ghana hoy superó por 3-2 a una Corea del Sur que peleó hasta el minuto final, pero a la que le pesó no contar con defensas más curtidos y un arquero más alto, para cortar los balones en el área chica. Esto es una prueba de que la actitud no basta en un fútbol cada vez más físico.
Finalmente, el activismo se había apagado un poco, pero hay gente que busca maneras de hacerse notar. En el minuto 6 del duelo entre Portugal y Uruguay, una persona ingresó a la cancha de estadio Icónico de Lusail con una bandera arcoíris y dos letreros en su ropa, uno alusivo a la guerra de Ucrania y otro a las protestas en Irán.
Los jeques debes estar deseando que se acabe el Mundial para recuperar la paz de su monarquía.

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Se fue el octavo día del Mundial y vimos una jornada de pequeñas sorpresas. Quizás la mayor corrió por cuenta de Costa Rica, desahuciada luego de perder 7-1 ante España en el debut del grupo E pero que venció a Japón por 1-0 y, mágicamente, logró recuperar opciones de clasificación.
Esto reivindica de alguna manera a Luis Fernando Suárez, el DT de los ticos que recibió muchas críticas por el naufragio de la primera fase. Pero este Mundial es de locos y Japón, que llegaba luego de obtener un triunfo histórico sobre Alemania, no pudo vencer a los centroamericanos.
Luis Fernando Suaréz, que hace días se convirtió en el DT de la peor presentación de Costa Rica de la historia, se ha convertido también en el entrenador colombiano con más triunfos en los mundiales, con tres victorias.
Francisco Maturana, ‘Bolillo’ Gómez, Jorge Luis Pinto y Juan Carlos Osorio se quedaron con dos. ¡Ah, las cosas del fútbol, que te quita y también te da!

En esta misma jornada disfrutamos un intenso cotejo entre Alemania y España que acabó con empate 1-1. Esta vez, el equipo del DT Hansi Flick elevó su nivel en relación al debut y mantuvo la determinación competitiva que se esfumó, aún nadie entiendo por qué, ante Japón. Alemania fue esta vez el equipo con chapa de favorito que se esperaba.
La España del DT Luis Enrique la pasó mal, pero también mostró buenos pasajes de su fútbol. Incluso se puso adelante en el marcador. Fue un cotejo de dos equipos potentes, de estilos muy parecidos en cuanto a la presión, el dinamismo de la pelota y la vocación ofensiva.
España tiene 4 puntos, Japón y Costa Rica 3, y Alemania 1. Es increíble que esté tan apretado este grupo, aunque lo más probable es que se clasifiquen los que estaban predestinados, pues los españoles se las verán con los nipones mientras que los ticos chocarán con los alemanes.

En el grupo F hubo tensiones, pero de otra índole. El triunfo de Marruecos sobre Bélgica por 2-0 desató una ola de vandalismo en Bruselas, que luego se extendió a otras ciudades belgas y también neerlandesas.
Lo curioso es que la policía belga esperaba estos disturbios. En 2017 ya se produjeron importantes actos de violencia tras la clasificación de Marruecos al Mundial y se saldaron con 22 heridos. La población de origen marroquí es la primera no belga de Bruselas y se ha constituido en un gueto importante, sin control. Por eso, existe un fuerte avance de los discursos antiinmigrantes por parte de los partidos de derecha, lo cual genera malestar entre los árabes.
Sí, es un círculo vicioso que ha puesto al fútbol en un segundo plano. En Bélgica se discute mucho no solo sobre si los inmigrantes árabes pueden ser asimilados, sino también sobre la situación de aquellos ciudadanos que se sienten belgas y árabes, pero que han quedado descolocados por esta violencia. Ellos, que buscan vivir en paz, se hallan en medio de los discursos radicales de ambos bandos.
En lo futbolístico, el triunfo de Marruecos pone en jaque la teoría de que Bélgica llegaba con una generación dorada, aspirante al título. Luego de vencer con apuros a Canadá en el debut, los Diablos Rojos están en peligro, pues deben enfrentarse a Croacia, que aplastó a Canadá por 4-1 y la eliminó.
Marruecos y Croacia tienen 4 puntos, Bélgica tiene 3 y Canadá, 1. El destino quiso que los canadienses, que chocarán con Marruecos, lleguen a la tercera fecha eliminados pero como árbitros de la llave. Ya sin nada que perder, al menos se dieron el gusto de anotar el primer gol en un Mundial de su historia. El autor fue Alphonso Davies y llegó al minuto del partido con Croacia, el actual subcampeón. Lástima que eso opacó que Canadá quedó campeón dela Copa Davis de tenis por primera vez en su historia. Qué locura.
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Se fue el séptimo día del Mundial y tres estrellas superlativas del fútbol actual sonrieron, y mucho. Una es Lionel Messi, veterano de mil batallas que anotó el primer gol para el triunfo por 2-0 de Argentina sobre México.
Fue un gol gritado como si la vida se fuera en ese partido. Bueno, lo que se iba si no se ganaba era la clasificación. Lo curioso es que ese festejo no corresponde al Messi de verdad, que en realidad trota en lugar de correr y que piensa mucho en lugar de gesticular.
Los años pesan pero también otorgan experiencia, así que ‘La Pulga’ no precisa de exhibir explosiones de velocidad cuando su tarea es la de poner a correr a sus compañeros.
Messi, no obstante, también fue noticia por el incidente de la camiseta mexicana en el piso del camerino albiceleste. Algunos interpretaron que faltó el respeto a ese uniforme al punto que el boxeador Canelo Álvarez dijo que espera no encontrarse con Messi, porque si lo ve… (emojis de puños y fuego).
Más bronca desató la foto que los entrenadores de México y Argentina se tomaron luego del partido. Gerardo Martino y Lionel Scaloni, ambos argentinos, se encontraron en la zona mixta y saludaron de tal manera que la afición mexicana se molestó muchísimo.

Martino ha tenido una mala etapa en el Tri. La afición en Qatar silba a su equipo, que solo ha obtenido 1 punto de 6 y mira muy de cerca la eliminación. Lo peor es que Martino se pelea con la prensa, a la que acusa de resultadista y de poner al público en su contra, y que está prácticamente despedido luego de Qatar, incluso si logra el milagro de avanzar a la siguiente fase.
Polonia, mientras tanto, puso a ese grupo C muy al rojo vivo. Con su triunfo por 2-0 sobre Arabia Saudita, el anterior verdugo de la Argentina, dejó todo listo para una definición de infarto en la última fecha ante los muchachos de Scaloni. Polonia es líder con 4 puntos, le siguen Arabia Saudita y Argentina con 3, y cierra México con 1.
Como detalle, causó ternura el festejo del gol del artillero Robert Lewandowski, el primero de su carrera en un Mundial. En Rusia 2018, no marcó y Polonia fue eliminada en primera ronda. En la primera fecha de Qatar 2022, desperdició un penalti. Ahora, por fin pudo romper esa racha. Se verá si la mantiene ante Argentina en el partido más importante de esta llave.

La tercera mega estrella que sonrió fue el francés Kylian Mbappé, que anotó los dos goles con los que Francia dejó atrás a Dinamarca, por el grupo D. La victoria de los campeones por 2-1 los clasificó a octavos de final y dejó a los daneses casi eliminados.
Mbappé mostró todo su repertorio, incluso sus imparables gambetas. Pero también esquivó, no solo a los rivales, sino también a los periodistas, al negarse a hablar con la prensa en la zona mixta, luego del cotejo. Esla segunda vez que lo hace, así que Francia será sancionada económicamente.
¿Por qué Mbappé no habla? Al parecer, no quiere hablar sobre su continuidad en el PSG, que no está garantizada. Prefiere evitar las preguntas incómodas y gambetear a la prensa.
Francia, que cerrará la última fecha con Túnez, tiene 6. Australia, que derrotó a los africanos, tiene 3. Dinamarca y Túnez llevan 1. Al equipo de la patria de AC/DC les basta el empate con los daneses para meterse en octavos.
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Se fue el sexto día del Mundial de Qatar y quedó la sensación de que Ecuador pudo haber ganado el partido y también el grupo A. No solo por ese gol anulado (correctamente, no sean sensibles) a causa del off-side de Jackson Porozo, sino también por el enorme despliegue físico y técnico que aplicó el equipo del entrenador Gustavo Alfaro para maniatar a Países Bajos.
También tuvo que ver ese pestañeo, esa maldita duda de los primeros cinco minutos que permitió que Cody Gakpo abriera el marcador. El 1-1 fue mucho premio para el equipo del legendario Louis Van Gaal, un DT ganador, tanto en el deporte como en la vida: llega al Mundial luego de vencer al cáncer.
Pero Van Gaal no dirige a la Naranja Mecánica de antaño, sino a una versión ácida de aquel viejo equipo, sin gracia y sin potencia. Ante Ecuador, el trabajo consistió en defender esa temprana renta y casi, casi la pierden toda. Porque la Tricolor fue, ella sí, una maquinita por los costados, con desborde, proyección y solidaridad. Aunque hubo nombres propios (Enner, Pervis, Platita, Ángelo, Piero…) fue más importante la labor colectiva, como los remos de un bote.
Aunque lo mejor estuvo en el aspecto mental. Ecuador recibió un gol muy temprano y, al final del primer tiempo, no se le concedió un gol. Eso puede afectar a cualquier equipo, pero los chicos tricolores lo manejaron con personalidad. Se lo dijo el mismo Van Gaal a Alfaro: merecieron ganar.
A propósito, Enner Valencia volvió a marcar y se metió en el club de los jugadores que anotaron seis goles de forma consecutiva para su selección en los mundiales. Si anota ante Senegal, el martes próximo, quedará en solitario al frente de esta curiosa estadística. Aunque ya está en la historia.
Es una pena que, pese a todo esto, Ecuador aún no se clasifica a octavos de final. Irá con ventaja ante los africanos, pues basta el empate. Senegal es un equipo duro, pero se nota que haber perdido a Sadio Mané afectó al esquema general y también a la moral. Ganó 3-1 a Qatar, pero hubo algunos pasajes en que los anfitriones controlaron el partido y lucharon para no ser eliminados.
Y, sí, Qatar es el primer eliminado del Mundial. Tantos miles de millones invertidos en organizar un torneo de esta magnitud para no sacar ni un punto. Deportivamente, esto ha sido un fiasco. El entrenador español Félix Sánchez deberá explicar por qué, luego de un proceso de 88 cotejos desde el 2017, se ha llegado a este hazmerreír.

En el grupo B, todo se apretó bastante. Estados Unidos e Inglaterra empataron sin goles mientras que Irán dejó atrás la goleada de la primera fecha y venció por 2-0 a Gales, una de las grandes decepciones del torneo.
Lo del equipo persa fue épico, pues no es sencillo recuperarse luego de un 6-2, además del peso emocional que existe por la postura política de los jugadores con respecto a la crisis de su nación. La alegría en las tribunas (Irán está muy cerca de Qatar) fue emocionante.
Para colmo, de Gales salió la primera tarjeta roja del torneo: el arquero Wayne Hennessey se fue luego de derribar a Mehdi Taremi, al minuto 85.
Inglaterra no pudo repetir ante sus primos yanquis la exhibición del debut, pero el empate pone al equipo del elegante DT Gareth Southgate prácticamente en octavos de final. Irán (tres puntos) y Estados Unidos (dos puntos) chocarán en la última fecha y, como lógicamente no pueden ganar ambos los tres puntos, los ingleses tienen mucha ventaja.
Sí, el destino quiso que acérrimos enemigos ideológicos y geopolíticos como lo son Irán (mejor dicho, los ayatolas) y EE.UU. deban definir el boleto de la clasificación, con el marco especial de las protestas sociales en tierras persas. Es obvio que el régimen revolucionario islámico usará el triunfo sobre el demonio capitalista como propaganda. Hagas sus apuestas.
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Se fue el quinto día del Mundial, una jornada exitosa para los países lusoparlantes. Primero fue Portugal, que venció en un sensacional partido a Ghana por 3-2, por el grupo H.
Cristiano Ronaldo, flamante desempleado, marcó uno de esos goles y se convirtió en el primer jugador que anota en cinco mundiales consecutivos. ‘El Bicho’ ha puesto su firma en cada torneo desde Alemania 2006. Esto se vuelve todavía más impactante si se toma en cuenta que CR7 siempre anotó en todos los torneos de la Eurocopa desde el 2004.
Con 37 años, Cristiano Ronaldo juega el que probablemente será su último Mundial. Y llegó en medio de una guerra mediática con el Manchester United, donde sufrió un trato mezquino, impropio de una figura que mueve millones en mercadería, aunque a veces parezca que el ego lo domina. Su legión de detractores es directamente proporcional a la legión que afora a Lionel Messi.
El anuncio de que quedó fuera del cuadro inglés ocurrió cuando los partidos de Qatar ya habían comenzado. Pero el temor de que este impasse afectase a CR7 en vísperas de su estreno en el Mundial quedaron superados luego de un debut brioso, no solo de este delantero sino de Portugal. Y fue justamente Cristiano Ronaldo quien abrió la ruta del triunfo.
Sí, fue de penalti. Pero no le digan ‘Penaldo’, por favor, pues hay que tener frialdad para acertar en un momento como ese.
En esta cuenta, para seguir con esto, le hicieron un bonito homenaje:
Y fue muy chistoso que el festejo de ese histórico gol fuera casualmente delante de una pancarta de Messi, su gran rival durante una década:

Más allá de lo antipático que pueda mostrarse CR7, de todos modos estamos ante una de las grandes figuras deportivas de este siglo. La disciplina y el liderazgo son de las cualidades que le han permitido triunfar en el fútbol, aunque está por verse si logrará coronar su carrera con el título mundial, el único trofeo que le falta. Su equipo está bien ensamblado y lo demostró ante Ghana, pero aún falta recorrido y Portugal no llega al podio desde Eusebio, allá por el lejano 1966.
En el otro partido del grupo H, Uruguay no lució tanto (¡no lució nada!) y apenas pudo empatar con Corea del Sur sin goles. El partido fue peleado y los asiáticos no dieron un balón por perdido. Con una pizca de suerte, hasta ganaban el cotejo.
Brasil también arrancó de forma bienaventurada la competición, en el grupo G. El equipo del DT Tite se esmeró para derribar a una rocosa Serbia, que empezó defendiéndose con decisión pero que, poco a poco, se quedó exhausta y terminó cayendo en lo burdo.
Y bueno, todo se ve mal cuando Brasil exhibe todo su repertorio. Es como poner un Ferrar junto a un Cóndor. Y el segundo tanto, acrobática obra de Richarlison, merece un marco (pero mejor no lo pongan en un museo, vayan a vandalizarlo con sopa y harina).


Los cambios de ritmo, las diagonales, los triunfos en el uno a uno y los anticipos fueron solo una parte de las virtudes de un Brasil que lució casi perfecto a intérpretes como Casemiro, Paquetá, Raphinha y Vinícius.
Neymar, el fiestero irremediable, estuvo a la altura, pero una lesión lo sacó del cotejo. Brasil teme por su tobillo, hinchado y colorado:

Finalmente, Suiza derrotó por 1-0 a Camerún con un gol de… ¡un camerunés! No fue un autogol, sino que Breel Embolo, nacido en Yaundé, juega para la selección suiza en su calidad de inmigrante nacionalizado. Debutó como profesional a los 17 años en el Basilea (el antiguo equipo de Felipe Caicedo) y ha vestido las camisetas de los alemanes Schalke 04 y Borussia Mönchengladbach, y hoy juega en el francés Mónaco.
Anotó el gol de Suiza al minuto 47 y se quedó estático, sin festejar, como si estuviera digiriendo lo que había pasado: es la primera vez en la historia de los mundiales que un jugador anota contra su país de nacimiento. Y, aunque Embolo solo estuvo los primeros cinco años de su vida en Camerún antes de emigrar con su madre, tuvo a su terruño en el corazón. Los dilemas del fútbol.

Y así se acabó la primera ronda de todos los grupos. Desde mañana, comenzarán a conocerse los primeros eliminados de un Mundial que se está volviendo muy interesante.
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A estas alturas, ya ha quedado perfectamente clara la posición de los algunos equipos europeos con respecto al brazalete arcoíris y el asco que les da el país anfitrión del Mundial (al que le compran gas y reciben en sus bancos los petrodólares, por cierto).
Pero sería bueno concentrarse en la cancha, que a eso vinimos. Alemania, que antes del partido con Japón posó para la clásica foto con los futbolistas tapándose las bocas, una protesta a la ‘censura’ de la FIFA, sufrió una dolorosa derrota ante el equipo del Sol Naciente.

No es la primera caída estrepitosa que sufre Alemania. Hace cuatro años, los surcoreanos eliminaron a los teutones con un histórico triunfo de 2-0 en el cierre de la fase de grupos. Corea del Sur tampoco pudo clasificarse, ¡pero qué maravilloso trofeo de caza se llevaron a Seúl!
Hoy, fue incluso peor, pues el equipo del DT Hansi Flick fue el primero en anotar, pero los japoneses dieron vuelta el resultado y ganaron 2-1, en un calco casi exacto de la victorial de Arabia Saudita sobre Argentina del día anterior: el favorito al título abrió el marcador de penalti, tuvo la pelota más tiempo, le faltó claridad para vencer a un inspirado arquero y, en dos pestañeos, llegaron los goles. Derrota profunda, por los contextos.
Y esto puso por fin a los alemanes a hablar, ya no de brazaletes, sino de fútbol. Aunque quizás las declaraciones iniciales no fueron afortunadas. El DT Flick, cuestionado por la elección de los jugadores (por ejemplo, cito a Mario Götze pese a que no jugaba en la Selección hace ocho años), expresó que hubo errores individuales que no deben volver a ocurrir. Y el atacante Ilkay Gundogan directamente acusó a sus compañeros de no comprometerse más para elevar el nivel y pedir la pelota. Sí, los alemanes se escondieron.
En Japón, en cambio, todo fue felicidad. No podían faltar las habituales referencias a ‘Los Supercampeones’, la serie animada que imaginaba, casi afiebradamente, que Japón se proclamaba campeón del mundo. Hoy, por fin se hizo carne algo de esa trama en que la cancha parecía medir inacabables kilómetros y cada pase de Steve Hyuga a Oliver Atom daba el tiempo suficiente para eternos flashbacks. ¡Ah, qué hermosos tiempos!
Pero mejor estuvieron las alusiones a la famosa foto de las bocas. Estos hinchas japoneses simbolizan el silencio (deportivo, por supuesto) al que sometieron a los alemanes, carentes del punch de antaño.

La pregunta es si Alemania, alguna vez imagen de la eficiencia y la disciplina, está cambiando para mal. Y eso no solo tiene que ver con el fútbol, sino con la autocomplacencia con la que los gobiernos alemanes han actuado en los últimos años de la era Merkel. Aunque eso es para otro debate.
Lo que no tiene discusión alguna es la aplastante paliza que España propinó a Costa Rica. Un 7-0 que pone el grupo E aún más interesante. Una pena por el DT Luis Fernando Suárez, el mejor estratega que tuvo Ecuador en un Mundial. Pero esta vez ha fracasado tanto en el planteamiento (el primer gol cayó al minuto 11) como en el discurso. Es la peor derrota de Costa Rica en toda su historia mundialista.
También ha quedado claro que ya no existe ni la sombra de los ticos que asombraron con su llegada a los cuartos de final en Brasil 2014. En Rusia 2018 todo salió mal y ahora el inicio es, simplemente, catastrófico. Suárez lideraba un proyecto con fecha de caducidad en 2026, pero parece que será despedido.
España, de la mano de su DT yutúber Luis Enrique, hizo la tarea y ahora se apresta a derribar a Alemania, el sábado. Aunque no hay que arriesgarse a triunfalismos, pues este torneo está resultando medio loco.
Los peninsulares también llegaron a Qatar con una lista polémica de convocados, pero la idea de juego de Luis Enrique ha sido asimilada. España cultiva el pase, el cambios de ritmo y el desmarque permanente. Pero quizás este extraño (¿frívolo, provocador?) hobby que desarrolla en las redes sociales termine costándole caro en algún momento:
Y el cuarto día de este Mundial se fue con Canadá jugando bien, pero desperdiciando un penalti para caer por 1-0 ante Bélgica. En realidad, los belgas del DT Roberto Martínez mostraron estupendos atributos tácticos y técnicos, pero los canadienses no lo hicieron mal. Fue un lindo partido, que se decidió por el tapadón de Thibaut Courtois y la definición de Michi Batshuayi, quien superó por velocidad a la defensa y marcó el gol del triunfo.
Canadá solo ha jugado el Mundial de 1986 y no marcó goles. Alphonso Davies tuvo en sus pies ese tan anhelado primer gol canadiense, pero falló. Bueno, aún quedan dos intentos, ante Marruecos y Croacia. A ver qué sucede. -
El mundo del fútbol (y el mundo, a secas) sigue en shock. Se fue el tercer día del Mundial de Qatar 2022 y todos no han parado de hablar de Arabia Saudita, que sorprendió con su triunfo por 2-1 sobre Argentina.
Este resultado ha entrado en el top ten de las grandes sorpresas de todos los tiempos. Sí, a la altura de la de Corea del Norte sobre Italia (1966) o la de Estados Unidos sobre Inglaterra (1950). David contra Goliat, pero con balón.
Los pergaminos han sido destrozados. La albiceleste es el campeón de la Conmebol. El equipo del DT Lionel Scaloni, apodado como ‘La Scaloneta’, acumulaba 26 cotejos sin perder. ¡Tres años sin saborear la derrota! El plantel está entre los más costosos del Mundial. Y tiene a Lionel Messi como estrella y sobre todo como líder, luego de varios años de haber sido acusado de no responder de la misma manera en la Selección que en el FC Barcelona.
Y eso justamente sustentaba el favoritismo, lo estupendo que era que por fin Messi hubiera aprendido a soportar la enorme presión de llevar el 10 de Diego Maradona y convertirse en el conductor de Argentina. Y ocurría justo a tiempo para acudir a lo que será su último Mundial, es decir, el último baile, la oportunidad final de ser campeón de la Copa que levantó Diego.
Pero todo salió mal en la primera pieza con los sauditas, que optaron por adelantar sus líneas defensivas para comprimir a los argentinos y obligarlos a atacar con pases filtrados. Era una idea osada, pues se apostaba al off-side pese a que los sudamericanos son excelentes pasadores, muy veloces y técnicos. Pero el VAR , que ahora detecta el fuera de juego milimétricamente, ayudó a que la estrategia del DT Hervé Renard saliera airosa.
Pero no fue solo eso. Renard es un trotamundos francés que ha tenido varios éxitos en el África. Fue campeón de ese continente con Zambia y con Costa de Marfil. Llevó a Marruecos al Mundial del 2018 en Rusia, donde perdió dos partidos por la mínima diferencia y empató con España. Ahora está en Arabia Saudita y ha logrado este enorme triunfo que, por supuesto, ni garantiza la clasificación de su equipo ni elimina a Argentina, pero del que se hablará por décadas. Quizás hasta tenga su documental en Netflix.
También tiene que ver el hecho de que 9 de los 11 titulares sauditas juegan en el mismo equipo, el Al Hilal, entrenado por el argentino (miren la ironía) Ramón Díaz, uno de los pocos que advirtió sobre el potencia de esta Arabia Saudí que, en los papeles, es muchos menos potente que Qatar e Irán, vapuleados hace pocos días.
Mientras tanto, la sombra del infortunio volvió a posarse sobre Messi, quien está fatalmente destinado a demostrar que es el mejor pese todo lo que ya ha ganado. Otra vez, resurgen las dudas y las comparaciones con Diego, odiosas pero, ya sabemos, inevitables. Se verá si logra reponerse para enderezar este último baile, que comenzó desafinado. Y, como chiste rápido, debe ser enervante que los hinchas sauditas festejen este triunfazo imitando la celebración de Cristiano Ronaldo, el máximo rival de Messi en esta década.
Argentina, en todo caso, tiene esperanzas. Los otros rivales del grupo C, Polonia y México, empataron 0-0 sin mostrar un buen juego. Lo más emotivo, lo único en realidad, corrió por cuenta de Guillermo Ochoa, el gran arquero mexicano que le atajó un penalti a Robert Lewandowski, en el minuto 58. Los mexicanos lo festejaron como un triunfo:
Aunque más festejaron, si cabe, los desconsolados argentinos, pues esta división de puntos les ayuda a tener más opciones de clasificación.
Y la jornada acabó con Francia, el campeón defensor, exhibiendo todos sus recursos técnicos para batir por 4-1 a Australia. Los franceses perdieron a Karim Benzemá por lesión antes del debut, pero no importa porque el repertorio galo es amplio y, seamos sinceros, nadie quiere al artillero del Real Madrid en el camerino.
Así, con viento fresco, Francia inicia la defensa de su título con altas probabilidades de romper la maldición del campeón que desde 2010 se marcha eliminado en primera ronda. No, mesdames et messieurs, eso no pasará con la Francia de Kylian Mbappé y Olivier Giroud.
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El segundo día del Mundial se fue y nos dejó pensando en las verdaderas dimensiones del valor. Porque para esta jornada se esperaba que los capitanes de Inglaterra, Gales y Países Bajos (ya dejen de llamar a ese país Holanda, por favor) saltasen al campo de juego con brazaletes multicolores en apoyo a la comunidad LGBTIQ+.
Pero no lo hicieron. Tras meses y meses de declaraciones, pesó más la amenaza de la FIFA de sanciones por usar símbolos políticos en los cotejos, lo cual es prohibido por sus estatutos. Así que esos brazaletes arcoíris se quedaron guardados y se anunció que tampoco los usarán los demás capitanes europeos, para felicidad (parcial) del emir.
Sí hubo resistencia. La exfutbolista y ahora periodista británica Alex Scott lució ese brazalete durante su aparición televisiva en el Estadio Internacional Khalifa. Y el capitán de Inglaterra, Harry Keane, al menos exhibió un brazalete con el letrero de «No a la discriminación». Y todo el equipo inglés se arrodilló antes del pitazo inicial del juego con Irán, en protesta por la situación de los derechos humanos en Qatar.

Fue osado, sí, y habrá sanciones. Pero la verdadera valentía corrió por cuenta de la selección de Irán, cuyos jugadores se negaron a cantar el himno en protesta por la represión del régimen islámico en contra de los ciudadanos que desde hace tres meses protestan por la muerte de Masha Amini, la mujer asesinada por la Policía debido a que llevaba mal puesto el velo.
El Gobierno de Irán contempla la pena de muerte para quienes protesten, así que el acto de la selección ha sido de enorme valor. Negarse a cantar el himno oficial es un desaire supremo, pues la letra glorifica al régimen de los ayatolas. La oposición iraní prefiere una canción previa a la revolución islámica.
No es la primera vez que el equipo se niega a cantar el himno. Ya mantuvo silencio en el amistoso del 27 de septiembre ante Senegal en Austria. Pero esta vez fue en el Mundial, en vivo y directo, y en un país musulmán. Lo más probable es que gran parte del equipo optará por el exilio.
Estas postales demuestran que el fútbol siempre fue político. Por eso suena absurdo mantenerlo artificialmente aséptico de los debates de la vida real.
Estos gestos opacaron a los acontecimientos deportivos de la jornada, empezando por la goleada por 6-2 que la misma Inglaterra propino a un Irán desconcertado, por el grupo B.
El arquero Alireza Beiranvand chocó fuertemente con su compañero Majid Hosseini antes de la media hora del partido. Se fracturó la nariz y sufrió una conmoción cerebral. Desde ahí, todo fue un desastre para los persas, que hicieron seis cambios por la conmoción del guardameta pero no pudieron evitar la peor derrota de su trayectoria en los mundiales.
Inglaterra empezó demoledoramente, lo cual resalta más luego del desempeño de Estados Unidos y Gales, sus otros rivales de grupo que empataron 1-1. Fue un tiempo para cada uno, con su nota emotiva por bando.
El gol de Estados Unidos fue obra de Timothy Weah, hijo del exastro liberiano George Weah, quien ganó el Balón de Oro con la camiseta del AC Milan pero nunca pudo jugar un Mundial. Weah también fue presidente de Liberia, la única colonia africana de Estados Unidos.
Timothy, nacido en Nueva York, tiene 22 años y lidera a la nueva camada de la selección estadounidense que en realidad se entrena para el Mundial del 2026, del cual Estados Unidos será co-anfitrión con México y Canadá.
Por Gales, el gol fue obra de Gareth Bale, su estrella más rutilante, que tuvo el honor de anotar el primer tanto de ese país en 64 años.

También se jugó el segundo partido del grupo A. Países Bajos se impuso por 2-0 a Senegal. Fue un cotejo decidido por los errores del meta africano, Edouard Mendy, campeón de la Champions League con el Chelsea pero que esta vez estuvo fatal en las jugadas al final del partido.
Esto deja a Ecuador y a Países Bajos con tres puntos. Ambos chocarán el viernes, mientras que Senegal y Qatar intentarán sumar sus primeros puntos.
A ver cómo prepara el profesor Gustavo Alfaro el duelo con los neerlandeses, quienes jamás han perdido un cotejo de fase de grupos desde 1938. Bueno, si Ecuador derribó el mito del anfitrión invencible, qué le cuesta intentar derribar a los herederos de la Naranja Mecánica.

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Pitazo inicial para el Mundial (del lavado de imagen) de Qatar, el país que hace pocos días comenzó a sufrir una avalancha de quejas y pedidos de boicot, casi todos provenientes del mismo Primer Mundo que corteja desde hace décadas con los autoritarios emires de esa pequeña nación.
Aunque esas quejas tienen fundamento, de todos modos siempre hay que sospechar cuando son, no oportunas, sino oportunistas. Porque es cierto que Qatar es gobernado por un régimen antidemocrático, una monarquía que no permite ni sindicatos ni partidos políticos ni mujeres en el Gobierno y que castiga severamente la diversidad sexual. Pero eso ya se sabía hace 10 años, cuando se le otorgó a este país la sede del Mundial.
Quizás eso afectó la calidad del evento inaugural, que careció de muchas de las estrellas que estaban previstas. Ni siquiera cantó Maluma, que defendió su derecho a formar parte de los eventos de apertura y antes de levantarse de una entrevista en que se le mencionó el tema de los derechos humanos. Maluma solo cantó en un fan-fest.
Sí estuvo Jung Kook, miembro del poderoso grupo de K-pop BTS. Pero sobre todo estuvo Morgan Freeman, el legendario actor estadounidense de 85 años que actuó como hilo conductor entre varios números que se desarrollaron en el estadio Al Bayt.

Freeman soltó frases como estas: «Lo que nos une es más grande de lo que nos divide (…) Somos una gran tribu y la Tierra es nuestra tienda». No es sorprendente que Freeman se ponga en la vereda contraria a los discursos progresistas: en el pasado ya ha reclamado a los activistas de su país, a los que acusó de fomentar el odio hacia los blancos y de beneficiarse de sentirse víctimas de una segregación que, para Freeman, ya no existe.
Si bien Freeman le dio unos puntos a Qatar, o mejor dicho, al espíritu conciliador del Mundial, la selección de Ecuador se encargó de entristecer de forma cruel al organizador. El equipo del DT Gustavo Alfaro triunfó por 2-0 con demasiada comodidad. Fue tan fácil, que se instauraron algunas marcas que normalmente tardan algunos cotejos en registrarse.
Ecuador anotó el primer gol y también el segundo; tuvo el primer penalti y además el primer gol anulado (el VAR tuvo razón, aunque muchos lanzaron suspicacias antiqataríes por lo apretado de la jugada). También consiguió el primer record: nunca antes el país organizador había perdido en su primer cotejo, sea luego de la ceremonia inaugural o no. Y nunca antes, el público local se fue en masa del estadio durante el descanso.
Otras cositas que iban a ser de cajón pusieron a Ecuador bajo los reflectores: el primer himno nacional que sonó fue el de Juan León Mera y Antonio Neumane. Fue conmovedor mirar a Hernán Galíndez cantarlo.

Enner Valencia tuvo su revancha personal al demostrar que los Mundiales le quedan bien, luego de sus fiascos en los últimos amistosos. Con sus dos goles, es el ecuatoriano con más anotaciones de la historia de la Copa del Mundo, además de que gracias a él fue la primera vez que Ecuador acabó un primer tiempo con dos goles de ventaja.
Para rematar, Enner se convirtió en el más veterano en anotar en el partido inaugura de un Mundial, con 33 años y 16 días.
Y así se fue el primer día del Mundial, con Enner y Ecuador festejando un triunfo inapelable mientras los hinchas tricolores pedían cerveza en las gradas. Mientras tanto, Qatar sufrió una severa en lo deportivo (de qué valieron los 26 amistosos previos, las concentraciones de lujo y más mimos si, a la hora de la verdad, ningún qatarí pudo patear al arco de Hernán Galíndez) y en lo moral (el abandono en estampida de una porción de los aficionados indica que el Mundial no les importaba tanto a los qataríes como se pregonaba, al menos no a la mayoría). Ni Morgan Freeman los pudo salvar de eso.


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